Tangerine Flavour es una de las bandas más apreciadas de la escena para aquellos amantes de los viejos sonidos de la América profunda. Desde su fichaje por la agencia Music Hunters y la publicación de su álbum No Hard Feelings, no han dejado de triunfar sobre el público más crítico alrededor de la geografía del país.
En Indiscretamente hemos tenido la oportunidad de charlar con Fernando, uno de los miembros de esta curiosa banda.
¿Cómo comienza el proyecto de Tangerine Flavour? ¿Quiénes sois y cómo os definís?
El proyectó empezó en el año 2014, Pablo y yo nos conocíamos por haber estudiado en la misma carrera, nos acordamos del batería del instituto y propusimos crear una banda, y en un local tocando un par de canciones de los Rolling nació Tangerine Flavour.
Respecto a nuestro estilo musical nosotros tuvimos influencias de estilos como el blues e incluso el Hard Rock o el Soul. Al trabajar con nuestro productor, Alfonso Ferrer, nos dimos cuenta de que nuestro estilo era la música americana, como Eagles, The Band o America.
¿Con qué música crecieron los miembros de Tangerine Flavour?
Mis compañeros son muy bluseros, les apasiona Eric Clapton y este tipo de artistas, yo personalmente amo a Michael Jackson. Pero coincidimos en muchas bandas que nos influencian, como The Rolling Stones.
Cuando publicasteis vuestro primer EP, cerrasteis una gira de más de cincuenta conciertos, que incluso llegó hasta Portugal, ¿Qué recuerdos tienes de aquellos días?
La verdad que giramos bastante y gracias a ello conocimos muchas ciudades, personas y bandas, hubo muchos conciertos, algunos con mucha gente. Pero en general los recuerdos que quedan de aquella gira son recuerdos buenos.
Ahora háblanos de vuestro último álbum, No Hard Feelings, ¿Cómo fue grabar ese disco? ¿Con qué canciones te quedas?
Alfonso Ferrer es un tipo muy peculiar a la hora de grabar, todo ese rollo de grabar en directo nos gustaba mucho. Tenía el estudio en una caseta en medio de su patio, con un equipo más antiguo que todos nosotros juntos. A todos los miembros de la banda nos enseñó mucho musicalmente y nos lo pasamos muy bien.
El título del álbum, No hard Feelings, hace honor a todo ese dolor que hemos pasado en el amor, es una manera de decir: “Me habéis hecho daño, pero gracias a eso hemos hecho un álbum del que estamos muy orgullosos.”
Personalmente me gustan todas, pero mis favoritas son Time Is Running Over y South American Style.
¿Tenéis ahora mismo algún proyecto entre las manos?
Tenemos pensado relanzar el álbum, lo sacamos un poco tarde y no nos dio tiempo a promocionarnos en los festivales o a la hora de llegar a más gente, así lo volveremos a lanzar el año que viene para alcanzar más público. Pero respecto a nuestras canciones esto no para, estamos siempre componiendo cosillas entre concierto y concierto mientras preparamos nueva gira.
¿Qué es lo mejor y lo peor de la vida de artista?
Lo mejor diría que es salir de gira, subirte a un escenario, conocer gente nueva y compartir momentos. Como anécdota particular me quedo con un concierto en Ávila, cuando al terminar, vinieron dos niños muy pequeños a pedirme un autógrafo, me gusta pensar que tal vez eso pueda cambiarle su mirada hacia el mundo de la música.
Lo peor es el esfuerzo en el escenario por impresionar al público y esos kilómetros en la carretera sin saber qué gente te espera.
¿Mejor anécdota que te llevas en el escenario?
Normalmente todo el mundo que se sube a un escenario siempre lleva una copita de más para combatir los nervios del concierto. En una ocasión yo no podía tomar nada porque estaba tomando una medicación y pensé que lo iba a pasar fatal sin beber, pero para mi sorpresa fue todo bien.
Antes de terminar, ¿Qué consejo darías a esa gente que no sabe cómo empezar en el mundo de la música?
Mi consejo es siempre defender tus temas y creer en ellos, eres tú quien debe darte confianza, que toques con gente con la que realmente pasas un buen rato, toca por la música y sobre todo, disfrutarlo.
Por J.L.S.
Revista Indiscretamente 
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