Blue Bell surge en el año 2018, tiempos caóticos para la escena musical, pero tiempos salvados por una banda inigualable. Con un Britpop capaz de transportarte a aquellos locales donde sonaban los mayores éxitos del Definitely Maybe, y unos toques del rock clásico más puro que nos recuerdan a los mejores momentos de la renovación inminente tras la muerte del movimiento hippie.
Hace tan solo unas semanas, veía la luz su primer álbum, grabado en el mítico Estudio Uno y de nombre Sweet Memory Lane, la banda cerraba un disco exquisito que dará mucho de que hablar.
La gira que acompaña a la presentación de este álbum, el Sweet Memory Tour, dio comienzo en la sala Costello con un merecido Sold Out, un concierto que, desde Indiscretamente, tuvimos el placer de disfrutar. Si usamos la palabra inigualable para referirnos a Blue Bell es porque somos grandes conocedores de ella. El pasado viernes 1 de marzo fue un acontecimiento histórico, no únicamente por haber colgado su primer cartel de entradas agotadas siendo su primer concierto de la gira, si no por todo lo que pasó aquella noche bajo el techo subterráneo del Costello Club.
Un público realmente entregado, que acompaña a gritos fanáticos la salida al escenario de la banda, que salta, que canta, que vive y muere por cada uno de los acordes del grupo. Comenzando con una versión de Rock and Roll Star y siguiendo con canciones que nos atrevemos a decir sin vergüenza que ya son verdaderos éxitos como Shake Me o Just to Say Goodbye.
El dinamismo, la pasión y la tremenda complicidad que se gestaba dentro de un caótico pero ordenado huracán en el escenario, nos hacen decir orgullosos que Blue Bell son el verdadero punto de inflexión en la música independiente de la escena nacional, su ritmo, sus letras y su forma de sentirlas hacen de esta banda una de las grandes promesas de la década.
El rock and roll no ha muerto, y si lo hizo, aquí están Blue Bell para resucitarlo.
Fotografías realizadas por @nefiphotography
Por J.L.S.
Revista Indiscretamente 
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